
Masafumi Izumi, director ejecutivo de la natación japonesa, trató de justificar los nuevos criterios adoptados: “Estados Unidos y Australia, los mejores países en este deporte, también impusieron las mismas medidas”, y agregó: “La iniciativa fue tomada a partir de las recientes polémicas generadas por la marihuana en la universidades japonesas”.

No sólo eso, horrorizado, este dirigente sostuvo que habían sido sorprendidos varones y mujeres mezclados en las habitaciones en los centros de entrenamiento, mientras que cada sexo tiene un dormitorio aparte.
Cabe destacar, que si los atletas incumplen esta nueva reglamentación podrían ser expulsados de sus respectivos equipos, castigados con 5 años de suspensión o incluso de por vida.
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